Septiembre es un mes diferente, cambia el clima, cambia el horario, llega la primavera y llega una nueva Brevet. Luego de haber hecho el mes pasado la Brevet de 300 km, me sentía confiado de que este desafío de 100 kilómetros menos iba a ser una tarea más fácil de realizar.
La preparación fue parecida a la Brevet pasada: 2 botellas con isotónica, plátanos y barritas con harto contenido calórico. Además, en la parte mecánica, dos cámaras, bombín, juego Allen y elementos para parchar cámara.
Partimos a las 7 de la mañana y mi estrategia fue avanzar rápido los primeros kilómetros y luego esperar a que la primera grupeta me alcanzar para irme a rueda con ellos.
En el kilómetro 35 llegó la primera cuesta, Mallarauco